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Maite Sosa Methol

Diseñadora especialista en tecnologías digitales

Laberinto Abierto fue un taller llevado a cabo por CiudadN, que surge en el marco de las diversas actividades desarrolladas dentro de la propuesta “Campamento Urbano” del Centro Cultural de España. En la edición 2023 la temática del campamento fue “Ciudad y cultura lúdica”, y las actividades consistieron en distintas experiencias que buscaban generar espacios de experimentación y aprendizaje en torno a conceptos claves como juego, cultura y sociedad.

 

Para esta instancia, CiudadN propone un taller coparticpativo con niñas y niños de entre 8 y 12 años en torno a la idea de Laberinto. La experiencia incluyó actividades que sirvieron como disparadores lúdicos para pensar en qué es un laberinto, de qué material está construido, qué texturas, olores, sonidos podemos encontrar en él; instancia que llevó a la reflexión y el intercambio entre niñas y niños. Además, incluyó la construcción de un laberinto utilizando bloques realizados con material de desecho de la industria gráfica, en concreto chapas offset y la incorporación de dispositivos interactivos compuestos de tiras de luces leds programadas, placas con microprocesadores y sensores -de distancia y de sonido- que reaccionaban ante distintos estímulos. Por último, una vez armada la instalación, niñas y niños fueron invitados a crear e improvisar pequeñas obras a partir de cuatro temas disparadores: agua, gastronomía, festividad y descanso. El laberinto quedó armado como una instalación interactiva en el subsuelo del CCE durante dos semanas de febrero, invitando a las personas a acercarse, explorarlo, recorrerlo y vivenciarlo.

 

Agustina y Cecilia me invitan a participar en esta instancia a partir de nuestra experiencia previa de colaboración entre el FabLab MVD, Fadu y  CiudadN en distintos proyectos y talleres anteriores. Como docente del Laboratorio de Fabricación Digital de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República, mi aporte tiene que ver con la incorporación de herramientas digitales en la elaboración de prototipos así como también de la aplicación de conceptos e ideas propias del pensamiento computacional al arte, diseño y arquitectura. En este caso en concreto la invitación fue a experimentar con placas microprocesadores micro:bit, luces leds y sensores.

 

A partir de una pequeña investigación previa, para este taller se armaron dos circuitos. Un circuito contenía un sensor de ultrasonido, que permitía que las luces cambiaran de color al detectar a una persona a menos de cierta distancia del dispositivo, es decir al acercarse al mismo. El otro circuito estaba programado a partir del uso del micrófono de la placa microbit, funcionando como sensor de sonido, que permitía cambiar las luces a partir de un sonido fuerte. Si bien dichos circuitos fueron armados previo al taller y dispuestos como material a utilizar, estos nos sirvieron para introducir algunas ideas y conversar acerca de algunos temas, a partir de una instancia de presentación de la placa micro:bit, de circuitos, programación creativa, interacción, tecnología y robótica con niñas y niños.

 

La incorporación de las tiras neo píxeles de luces leds fue un elemento de gran valor a la hora de armar el laberinto, desde un punto de vista estético pero también conceptual. Las tiras de luz led teñían los espacios con baños de luz de colores, pero además cada led individual y se reflejaba sobre la superficie metálica de las chapas, creando complejos patrones y diseños originales y divertidos, potenciando la experiencia inmersiva al recorrer los pasillos de las instalación. Pero además, la idea de incorporar estos circuitos es un poco una invitación a reflexionar cómo podemos pensar espacios, objetos y ciudades interactivas, donde la tecnología esté puesta a disposición de las personas; ciudades vivas, que reaccionan a estímulos, que tengan la capacidad de sensar el ambiente, recolectar información y accionar a partir de ciertas premisas. Donde las personas podamos tomar decisiones sobre nuestros entornos, en una actitud más propositiva y activa.

 

La incorporación de las luces leds también fue sumamente importante para la instancia de presentación de las pequeñas obras improvisadas, potenciando un ambiente fantástico, propicio al juego, a potenciar la imaginación, acentuar sensaciones.

 

Personalmente, una de las cosas qué más me llamó la atención del intercambio con infancias fue la apertura a las propuestas, la predisposición para engancharse con las invitaciones, y sobre todo la facilidad para incorporar algunos conceptos como sensor, tecnología, placa, luces led, programación.

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